autor fotos: caballescu f.
fotografías de negativo en color 35 mm
lugar: Casu, Asturies
año
propiedad del autor
cuando el otoño llega sin prisa, los primeros árboles que empiezan a vestirse de colores son los
fresnos y las cerezales. Los primeros se tiñen de amarillo y las otras van pasando por varios tonos,
en ocasiones a un tiempo. Se convierten así en llamas encendidas en medio del verdor general del
resto de los árboles.
Aquellas que dan cerazas negras suelen tirar la hoja de color amarillo y las que dan el fruto colora-
do casi siempre llegan a tirarla de un color tinto, como de vino.
Si el cambio de estaciones es brusco, los bosques y arboledas se pintan a la vez creando un
paisaje cási irreal, un incendio abigarrado y vivo en el que todo parece arder.
En la fotografía de abajo obsevamos que el monte del fondo continúa verde, con lo cual esta mra-
rea del otoño va llegando pausada.
se ha prendido fuego...
los tibios cerezos arden
en violentas llamaradas
y este sueño no es el fín,
cierzo cierzo sí, rondas tú (tom fabucu)