miércoles, 2 de febrero de 2022

Pasé el coronavirus naturalmente, por esta vez...


        una entrada de eeclach artemix

        textos de tom fabucu

        tallas de comuq

        marzo-abril de 2022

        fotos de Eugr.



Tras años de aguantar, fiel a mis decisiones, que no fueron tomadas al azar, por fín ví que

 era el momento de dar un paso adelante y seguir viviendo. El riesgo era grande y hasta ahora,

 la presión mucha.

   Estaba sano y llegó la primavera, algo invernada, eso sí. Para este año que despierta quería

 andar más libre y menos preocupado por el coronavirus; ya estaba cansado de esconderme. Y 

la decisión fue contundente. Me fui directo a por el virus y pasar en casa las consecuencias, solo.

 La despensa llena y a esperar guardado para no pegárselo a nadie. Las posibles secuelas me pre-

ocupaban, o que me enviara al hospital. Pero la decisión estaba tomada y con fé en pasarlo, acep-

tando cualquier consecuencia, incluído el irme al otro barrio.

Tenía madera que tallar y mucho que escribir ya atrasado, y qué leer...

     Y así ocurrió. Lo pasé regular pues me dió fuerte, con dolores y fiebre alta pero con gana de

 vivir. No estaba vacunado, ni una sola dósis, como dije antes, por voluntad propia. Aún arrastro

 cierto cansancio que por lo visto es normal...;eso sí, cuando pude, dormí como pocas veces.



 

 Ni mis amigos ni conocidos, salvo un puñado, compartieron en general mi decisión de no vacunar-

me pero tampoco les pregunté. Me pareció bien que cada uno tomase su propia decisión y lo respeté

como me hubiera gustado que los demás respetaran la mía. Algunos lo hicieron, de ellos sin vacunar,

 por razones diferentes y otros vacunados (no tan intransigentes o atemorizados) lo comprendieron y

 no trataron de decirme si estaba equivocado o no, cosa que agradecí pues como digo, el acoso de la

 gente y de los medios, que hicieron lo posible por amedrentarla y obligarse a vacunar a los ``reticen-

 tes´´ llegando hasta el insulto y la amenaza, la censura y demás.





          Siempre me guié más o menos por el natural y sus leyes. Sé que estamos aquí gracias a ello

 y no niego tampoco que la ciencia nos ha hecho la vida más fácil y cómoda en muchos aspectos.

Pero los avances y la famosa ``potencia sin control´´ también van dando la vuelta a la tortilla y a me-

dida que progresamos sin mirar las consecuencias de lo que hacemos, muchas veces estamos dando

 pasos atrás o peor aún. Y lo hacemos tapándonos los ojos y los oídos y censurando toda voz que se

 alce a favor de un receso para observar los posibles efectos dañinos y poder corregirlos o tomar

 decisiones al respecto.

    Algunos de los motivos por los que no me vacuné son los siguientes:

1- Creo que la humanidad estamos ejerciendo sobre el medio una presión excesiva. Plagas, pestes,

    guerras, luchas, siempre han venido a corregir el desequilibrio (como en cualquier otra especie).

2- Es de suponer que la humanidad en todo este tiempo de civilización habría aprendido algo al

     respecto. Los inventos científicos, derechos humanos, igualdad y comodidades del estado de

     bienestar han conseguido que vivamos más tiempo, paliar algunos males y tener más tiempo

     para el disfrute. ¿Pero cómo puede destruirse la casa de todos y el orden natural en nombre de

     tal progreso? ¡Cómo puede ser más importante el bienestar de generaciones que ya hemos vivi-

    do la vida, que la futura supervivencia en un mundo natural de los que vienen detrás: sus propios

    hijos!

3- Los mismos inventos que se utilizan para el avance de la civilización sirven para todo lo contra-

     rio y eso debería sopesarse. Dentro de lo malo podríamos decir que es un efecto compensatorio

     natural pero ya no me parece así pues la destrucción ocasionada por nuestros inventos no nos 

     afecta sólamente a nosotros sino a gente que trata de vivir de otra manera más acorde con el me-

    dio y al resto de los seres y la vida en el planeta.

4- Preferimos el avance ciego a dar un paso atrás o siquiera levantar el pie del acelerador, o

    confiamos en que ``alguien´´ o ``la Ciencia´´ nos sacarán del atolladero sin esfuerzo por nues-

    tra parte. Una vez que vivimos concentrados en las ciudades tergiversamos el orden natural de

    las cosas y a quienes tratan de subsistir en el campo los vemos como a jardineros o privilegia-

    dos habitantes de un mundo que quien no lo ha vivido ve de un modo un tanto irreal (por su-

    puesto no creo que la gente de un lado u otro sean mejores o peores).

5- La no liberación de las patentes para que todo aquél que quiera vacunarse en el mundo, pueda

    hacerlo sin tener que convertirlo en un negocio y así, según los ``expertos´´, acabar con el mal.

6- La existencia de armas y energías que por sí solas pueden destruir la vida del pla-

    neta tal como la conocemos y que lentamente ya nos dañan. Ejemplo: La energía nuclear, las ar-

    mas que la llevan y los residuos. Ahí quedará por siglos o más esa porquería, para los que vienen

    detrás. Esta por poner un ejemplo de con qué estamos jugando, porque hay más, como las armas

    biológicas o químicas. De qué nos vale gastar el esfuerzo y el dinero en producir estos objetos y

    acumularlos en tal cantidad si con unos pocos es suficiente? Y, ¿habrá que vacunarse o qué cada

    vez que a alguien le de por inventar y utilizar alguna de estas armas?

 7- La juventud es la fuerza de la vida; la madurez el asiento, ``la caja de cambios´´ y el consejo

    pero obligados a elegir, creo que hay que proteger antes a la juventud que tratar de alargar infi-

    nitamente nuestra existencia de forma ya artificial o vegetativa si ya hemos con un poco de su-

    erte y con salud, vivido el tiempo que nos corresponde. Pienso que la humanidad quiere la vida,

    una vida lo más feliz y descansada posible pero que debe medir los pasos que da para que ese

    progreso sea en su beneficio y sepa afrontar también los malos tiempos. Para mí, la Eternidad es-

    tá en las generaciones, no en vivir por siempre jamás sobre la tierra a costa de esquilmarla.