luces de oliva y oro
entran hasta el río
para el último baño,
entre las ramas
se va acostando el sol
hacia los versos bailones del agua
baja aún por el jade y las espumas blancas
a la cama clara del pozo
ya acotado por algunas sombras
mosquitos de cristal
los peces dibujan aros
en el remanso de los rincones,
las altas puntas de los álamos
rielan y palomean en lentejuelas cálidas
y enmarcada de verdor y luces
se asolea una figura, su contorno de piel y oro
su contraluz de sombra clara
nacida de los regodones, de los destellos
de la misma tarde... (tom fabucu)
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